Hola mis amadas amigas, hoy les quiero compartir y dedicar a cada una de ustedes el siguiente texto bíblico:
Isaías 60:1 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz,
y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
¡Qué hermosa y poderosa Palabra de Dios!!! ´ A diario recibo diferentes mensajes, ya sea por chat en mi Facebook, por mi correo, por mi blog, etc. en donde me comparten sus necesidades, sus problemas, pidiéndome que les apoye en oración. Y desde luego no dejo de orar por cada petición que me envían. Cuando estuve tan mal de salud, en el medio de mi enfermedad, el Espíritu Santo habló a mi vida con este maravilloso texto de Isaías 60:1. Y sinceramente cuando tenés tu físico tan enfermo y desgastado por el dolor, es imposible humanamente pensar que nos podemos levantar y resplandecer. Pero como tenemos un Dios maravilloso que nos ama, como tenemos a Jesús que nos fortalece y ha dado su vida para nuestra salvación y sanidad; y como tenemos al Espíritu Santo que intercede por nosotros con gemidos indecibles y nos da poder para vencer, levantarte y resplandecer en Cristo Jesús, es posible. Como siempre les comparto mi sanidad fue en un proceso de dos años, fue paso a paso, pero logré levantarme y resplandecer en el medio de esa situación. ¿Saben cómo? Me puse de pie por dentro. Así es mis amigas, mientras caminaba paso a paso de la mano de Dios buscando mi milagro, mi interior se puso de pie por dentro tomada de Jesús y comencé a resplandecer en Él. Porque Jesús es la luz, Él nos ama y nos lleva en sus brazos para que por medio de la fe y de su poder, podamos alcanzar nuestra victoria. Amadas amigas, así como Dios hizo en mí un milagro maravilloso, sé que mayores cosas hará en ustedes; porque Dios no hace acepción de personas. Jesús las ama y las rodea de su favor, les destila sobre sus cabezas su aroma y las cobija en sus brazos, susurrándoles palabras de bendición. Por favor no bajen los brazos, hay vida en Jesús, hay nuevos comienzos en Él. En donde se encuentren, que hoy esta Palabra de Isaías la puedan tomar para sus vidas. Y así se acuerden que en Argentina, un día Dios tocó el corazón de una mujer enferma, tuvo compasión, la amó, y la llevó a vivir una nueva vida en el nombre de Jesús. Esa mujer soy yo y ese Jesús está deseoso de obrar en sus vidas hoy. ¡Vamos amadas amigas, hay qué levantarse y resplandecer, porque la mano poderosa de Dios no se ha cortado! Cambiemos la queja por alabanza a Dios, el desánimo por confianza en Dios y abandonemos la incredulidad, abriendo los brazos a la fe, esa fe que mueve la mano de Dios y que nos está tocando hoy. ¡Jesús vino a traernos vida y vida en abundancia! Con cariño: Tere. |
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