Yo no quiero andar por la vida refugiándome en mi propio paragua, sacando de vez en cuando mi mano para recibir la bendición de Dios.
Yo quiero agradar a Dios con mi vida, que mi fe por Él aumente y recibir de la lluvia de su unción.
No quiero parecerme a esas personas que se sienten seguras en su propio paragua y no salen de ahí.
Quiero extenderme hacia la meta en Cristo, ya no mirar atrás porque Dios hizo cosas nuevas en mí.
En este día te pregunto:
¿Qué paragua tenés abierto sobre tu cabeza qué no te deja recibir lo nuevo de Dios para tu vida?
Tal vez sea ....la falta de perdón, la incredulidad, el temor, la culpa, la falta de fe, una enfermedad, un problema familiar, un problema económico, depresión, etc.
Sería bueno que hoy le entregues tu vida a Jesús y que dejes que el Espíritu Santo saque a la luz todo aquello que está sobre tu cabeza impidiendo que recibas la bendición de Dios.
Te invito a leer y declarar para tu vida el siguiente texto:
Hebreos 11:6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios;
porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
A veces este texto puede ser alentador, pero sin embargo cuando estamos atravesando algún momento difícil, nos puede llegar a desanimar.
Porque pensamos que no recibimos nuestra respuesta divina porque no tenemos fe y tal vez muchas veces sea así.
Pero...!Qué actitud vamos a tomar hoy!!!
Nos podemos quedar llorando por los rincones porque no sabemos cómo tener más fe o podemos clamar a Dios para que nos socorra y nos ayude a creer y aumente en Cristo Jesús nuestra fe.
Por mi parte elijo la segunda opción.
Vamos a orar...¿Qué te parece?....Digamos en este día con todo nuestro corazón.
Amado Dios te pedimos perdón por todos nuestros pecados y recibimos a Jesús como nuestro salvador personal.
Amado Padre divino, es en el nombre de Jesús que renunciamos a todo lo que está actuando en nuestra vida como un paragua y que está frenando la bendición y la victoria que tenés para nosotros.
Padre por favor, te rogamos que tu Santo Espíritu nos toque hoy, nos llene y nos renueve.
Padre querido, clamamos hoy en el nombre de Jesús para que nos ayudes a agradarte con nuestra fe, por favor aumentá nuestra fe, queremos acercarnos a Tí creyendo en que Tú estás a nuestro lado y que nos oyes y nos respondes.
Precioso Dios divino, por favor en este día clamamos para que toda incredulidad se vaya de nuestra vida y levantamos nuestros brazos al cielo declarando que tu fe está obrando en nuestro corazón y que comenzamos a recibir de tu bendición en nuestra vida y en nuestro hogar.
Señor cubrimos nuestra vida y la de nuestra familia con la sangre de Cristo Jesús.
Nos consagramos a Tí hoy, declaramos que vamos a honrarte con nuestra vida, declaramos que nuestra vida te pertenece y que vamos a obedecerte, a vivir en santidad, buscar de tu presencia y llenarnos de Tí.
En el nombre precioso de Jesús. Amén.
Con cariño: Tere.
!Qué Dios te bendiga!
Es cierto siempre llevamos una coraza,que no permite al Espiritu de Dios entrar en nuestros aposentos,gracias por tus oraciones,Qur Dios te bendiga
ResponderEliminarMaría Francisca querida gracias a Tí por tu comentario, es así a veces tenemos una coraza que no permite al Esp.Sto. entrar en nuestro corazón, qué hoy sea un día en el que dejemos a Dios romper esa enorme coraza. Te llevo en mi corazón y oraciones. Bendiciones. Tere.
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