martes, 29 de enero de 2013

"SI NO ESTÁS EN SU SECRETO"...¿QUÉ LE PODÉS DAR A LOS DEMÁS?




En lo personal entiendo que el servicio a Dios es un tema delicado, implica de mi parte tener comunión directa con El Espíritu Santo cada día.
El servirle a Dios es una gran responsabilidad, en primer lugar ante Él y en segundo lugar ante los demás. No se puede dar riendas sueltas a las emociones y luego pararse frente a una congregación y decir que Dios habla y de manera altanera exhortan a las personas sin tener el sumo cuidado de que Jesús es amoroso, es poderoso, pero sobre todo nos está llamando a ser como Él es, un Dios humilde, compasivo, que no humilla ni maltrata.


Día a día evalúo mi vida en la Palabra de Dios y en su presencia, desde ya que cometo errores y que hay días que me enojo, o me pongo nerviosa o me invade el temor, pero voy a la presencia de Dios y en el nombre de Jesús renuncio a esos sentimientos, porque he aprendido que necesito cada día morir a mi misma para que Jesús crezca en mí, he aprendido que cada día anhelo su presencia, su unción, su comunión y su amistad.

Cuando Dios me da el privilegio de ir a llevar su Palabra, mis sentidos se agudizan aún más, mi vida comienza a depender aún más del Espíritu Santo, porque entiendo que no puedo dar lo que no tengo. Entiendo que la gente no tiene que recibir de mí, ni verme a mí, sino que tiene que ver la obra de Jesús en mi vida y la presencia del Espíritu Santo fluyendo a través de mí.
Debemos ser conscientes que sólo Dios tiene poder para transformar las vidas y nosotros tenemos que tener sumo cuidado de no interponernos a nada y arruinar lo que Dios quiere hacer.


Jeremías 23:21 No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban.
23:22 Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
23:23 ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?


Recuerdo el día que leí este texto de Jeremías, más precisamente el versículo 22....Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oir mis palabras a mi pueblo.

Recuerdo que comencé a llorar y a clamar a Dios que yo quería estar en su secreto, en su intimidad, y les aseguro que Dios me tómó de la mano y hasta el día de hoy cada vez que voy a compartir a algún lugar su Palabra, comienzo a encerrarme en mi habitación y le clamo para que me muestre el corazón y las necesidades de aquellas mujeres que van a ir ese día a buscar de Dios.
Y Dios comienza por medio de su Espíritu Santo a hablarme y eso hace que mi responsabilidad ante su presencia de ser una mujer sabia y no necia crezca cada día.

Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

No se puede llevar una vida de servicio si no se clama a Dios, no es a mi me parece que Dios dice, o a mí me parece que esto es así, sino por el contrario, tengo que tener la certeza de que Dios está hablando y de que su presencia esté con nosotros, porque les aseguro que si su presencia no va conmigo yo no me muevo.
Necesitamos que nuestros ojos espirituales sean abiertos, y el único que tiene el poder para abrirlos es Dios, es entrar en su secreto, es nuestro clamor que abre los cielos y entonces por medio del Espíritu Santo y gracias a la obra redentora de Jesús, Dios comienza a abrirnos su corazón y nos lleva a un plano espiritual que jamás hubiéramos imaginado.
Pero todo tiene un precio, y es morir a uno mismo, es despojarnos de nuestra naturaleza y buscar cada día con ferviente clamor que su favor, su gracia y su misericordia nos inunde en cada décima de segundos de nuestra vida.
Hay que vivir en santidad, sin la cual nadie verá a Dios, la santidad es clave para nuestro andar diario cristiano y sobre todo para nuestro servicio a Dios.
Ser obedientes a su Palabra, ser hacedores y no solamente oidores, ser amantes de su presencia, anhelarle cada día, poner nuestra vida a cuenta con Él, tener una vida rendida a sus piés porque es necesario que no se viva un evangelio light; sino por el contrario debemos levantarnos a enseñar la sana doctrina y derribar las artimañas de satanás las cuales ciega el entendimiento de las personas.

Ezequiel 22:30 Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.

Mi clamor es según este pasaje de Ezequiel:

_Señor amado, por favor no quisiera nunca que miraras sobre mi casa y no me encontraras, quiero que cada día me encuentres dispuesta para estar en la brecha por quien lo necesite y por quien vos me pidas.

!Qué hoy sea un día de levantarnos en fe por medio de Cristo Jesús, un día de analizar nuestra vida a la luz de la Palabra, un día de decisiones poderosas qué cambiarán nuestra vida y nuestro hogar!
!Qué hoy sea un día en el qué vivamos en el secreto de Dios, en el qué clamemos con fe sabiendo qué nos revelará la oración justa qué necesitamos para tener victoria!
!Qué hoy cuándo Dios mire sobre nuestro hogar nos encuentre dispuestos a ponernos en la brecha a favor de quién Dios nos pida!

Con cariño: Tere.

!Qué Dios te bendiga!



4 comentarios:

  1. Tere que reconfortante la entrada.Somos Templo del Espíritu Santo,pero somos hombres pecadores.Por eso haces tanto bien,porque nos lo recuerdas.

    ResponderEliminar
  2. Tere, muy bellas palabras. Me gusto mucho lo que dices y desde ahora le voy a clamar a Dios para que me ayude a estar en lo secreto con él. Día a día, debemos ser mejores para DIos.

    Que Dios te bendiga.

    ResponderEliminar
  3. Gracias María José y gracias por tu amistad, que Dios te bendiga y complete la obra que ya empezó en tu vida de victoria y salud. Te quiero mucho!! Bendiciones. Tere

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Obed, gracias por tus palabras y me uno a tu clamor para que cada día podamos estar en el secreto de Dios y ser mejores por Él y para Él. Cariños a los tuyos y bendiciones. Tere

    ResponderEliminar