domingo, 28 de agosto de 2011

¿CUÁL ES TU ACTITUD FRENTE A DIOS, ANTE UNA PETICIÓN?

San Lucas 8:40 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.
8:41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
8:42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.



Se estremecía mi corazón ante esta palabra en Lucas 8:40, como mamá me pongo en el lugar de Jairo y pienso en lo terrible que es atravesar por algo así.
Pero más allá de todo eso, lo que cautivó y emocionó mi corazón fue observar la actitud de este varón.
Fijate que Jairo le salió al encuentro a Jesús, él sabía perfectamente quien era Jesús de Nazareth, luego se postra a los piés del Maestro...!Qué actitud de humildad! Y finalmente le ruega que entrase a su casa.

En todos estos años de mi andar cristiano, me encuentro con personas que permanentemente le pasan factura a Dios por sus problemas, por las oraciones no contestadas y manifiestan con sus labios lo que está en sus corazones, una vida que no se ha encontrado cara a cara con este maravilloso Salvador.


Rescato estas tres actitudes para aprender en mi vida:
1) Ir siempre a Jesús.
2) Humillarme ante sus piés.
3) Rogar con un corazón rendido ante Él y sabiendo que sólo Jesús tiene todo el poder para obrar el milagro que necesito.



Puedo observar que a muchas personas les es lo mismo ir a la iglesia el domingo y el lunes ir a que les tiren las cartas, observo como levantan los brazos en el culto y luego visitan parapsicólogos, se enojan cuando Dios te contesta una petición, pero no quieren pagar el precio de rendir sus vidas ante Jesús y creer incondicionalmente en Él.
Veo corazones que lejos están de postrarse ante Dios y mucho menos de rogarle que entre a su casa, a su corazón.


Todas las personas pasamos por dificultades, más allá de nuestra fe o de nuestro crecimiento espiritual, todas las personas vivimos situaciones límites y en esas situaciones está en nosotras tomar la decisión correcta; puedo elegir honrar a Dios o puedo elegir darle la espalda y buscar un camino errado y que llevará a las vidas a un camino malidicón.

Por mi parte mi anhelo es que mi vida, mi hogar, mi matrimonio, mis hijos y mi descendencia, seamos personas que tengamos día a día una relación personal con Jesús, qué vivamos llenos de su Santo Espíritu, qué meditemos y pongamos por obra su Palabra, que practiquemos la fe y el amor en Cristo Jesús.

Te deseo que ante cualquier circunstancia adversa, puedas ir a Jesús, puedas postrarte ante Él y le abras la puerta de tu casa, de tu corazón, para que Jesús pueda así darle vida, al igual que lo hizo con la hija de Jairo, que Él pueda resucitar en vos esa petición que sentís que está muerta y que sólo Jesús puede dar la palabra y soplar su aliento de vida y llenar con el Espíritu Santo, para su gloria, para su honra y porque además te ama tanto que dio su vida por vos.


!Qué Dios te bendiga!

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