Hace un ratito me fuí con mi bicicleta a hacer unas compras y siempre aprovecho ese andar para hablar con Dios, me gusta escuchar el canto de los pájaros, me gusta decirle a Jesús cuanto lo amo y sentirme acompañada por Él mientras salgo de mi hogar.
Iba pensando en esta pregunta que muy a menudo me hacen personas que están luchando con una determinada enfermedad y que aplican su fe y cuando más declaran que creen peor se sienten.
Muchos me dicen:
___TERE...¿DESPUÉS DE LA SANIDAD SENTISTE QUÉ EL SÍNDROME VOLVÍA?
Claro que sí y como siempre les cuento que cuando más declaraba que creía en el Dios de los imposibles obrando en mi vida, más mal me sentía, pero me tomaba más fuerte de la Palabra de Dios, de la obra de Jesús en la cruz y del Espíritu Santo llenando mi ser y fortaleciéndome en medio de ese dolor.
Me tomé bien fuerte de Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Cuando Dios me sanó a los 39 años de edad, hubo a lo largo de unos cuantos años, esa sensación de que el Síndrome de Fatica Crónica se quería levantar otra vez en mi vida.
Pero yo sabía que Dios me había sanado, que Él hace todas las cosas perfectas, que no nos trae hasta un lugar para que volvamos atrás; así que comenzaba a decir:
__Diablo mentiroso estás vencido, Jesús te venció en la cruz, no vas a venir a mi mente a querer traerme temor, en el nombre de Jesús te vas; cubro mi vida con la sangre de Cristo y le prohibo a esta enfermedad que se levante en mi vida y en mi descendencia.
Les puedo compartir con todo mi corazón que enseguida esa opresión se iba y me sentía más sana y fuerte que nunca.
La Palabra de Dios dice:
Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Desde que recibí a Jesús en mi corazón mi vida fue siempre sometida a Dios, entonces por medio de Jesús tengo toda la autoridad para decirle al diablo que se vaya, tengo autoridad en Cristo para resistir con fe todo ataque y desánimo que quiera poner el enemigo de nuestra alma y ordenarle que se vaya con sus sucias mentiras, porque Jesús me sanó.
En este día quiero decirte que no te desanimes, que tu alma recobre ánimo en Cristo Jesús, que tu vida sea llena del Espíritu Santo, que la Palabra de Dios abunde en tu vida para que con la autoridad que Cristo te da puedas decir:
__Diablo en el nombre de Jesús estás vencido soltá mi vida, mi salud, mi hogar, mis hijos, mi matrimonio y todo lo que me pertenece, porque estoy cubierta con la sangre preciosa de Jesucristo de Nazareth.
Si no has recibido a Jesús como Salvador y Señor de tu vida, te invito ahora mismo a hacerlo, porque de esa manera, por medio de Él podés tener vida eterna y sus beneficios no sólo en el cielo sino aquí en la tierra y tu elección afecta también a tu descendencia.
Decí esta oración creyendo con todo tu corazón:
Dios en el nombre de Jesús me arrepiento de todos mis pecados, uno a uno te los entrego, acepto a Jesucristo como mi salvador personal, declaro que voy a hacer su voluntad.
Por favor anotá mi nombre en el Libro de la Vida.
Cubro mi vida con la sangre de Cristo Jesús.
Espíritu Santo te pido que tu presencia llene mi vida ahora, que mi corazón sea lleno del amor y la paz de Dios. (San Juan 3:16)
Amén: (Así sea).
En donde te encuentres, quiero decirte que este es un gran día, que el Libro de la Vida fue abierto para escribir tu nombre allí, ahora tenés que mantener una relación personal con Dios, leer la Biblia, buscar una iglesia en donde puedas ir y aprender y recibir de Dios.
No dejes de orar, ya que orar es hablar con Dios; no dejes de buscarle con todo tu corazón.
La Biblia dice:
San Mateo7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
7:8 Porque todo aquel que pide, recibe;
y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
!Qué Dios te bendiga!
Hola Tere que bonitas palabras me alegra leerlas te admiro por el sentimiento de amor que transmites un abrazo preciosa
ResponderEliminarJuana querdia muchas gracias, qué alegría tenerte por mi blog. Dios te bendiga y tengas un día lleno del favor de Dios sobre tu vida. Cariños: Tere.
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