Tipos de maltrato familiar hacia los niños:
Abandono físico.
Abandono emocionaL.
Maltrato físico.
Abuso psicológico.
Abuso sexual.
El abandono físico y emocional son formas pasivas de maltrato, junto con los niños testigos de la violencia entre sus padres. Se trata de conductas negligentes por parte de los adultos. El maltrato físico, el abuso psicológico y el abuso sexual son formas activas de maltrato.
Se trata del maltrato o descuido repetido de un niño o una niña por parte de su padre, de su madre, de ambos o de alguien que cumpla un rol de cuidador responsable. El niño/a maltratado/a sufre continuamente la falta de atención, afecto, cuidado y protección, combinados con diferentes formas de castigo y/o humillación. Esta situación no tiene nada que ver con la inexperiencia o los errores que todo padre o madre puedan cometer. Tampoco con las situaciones de tensión que toda familia pueda vivir, como enfermedades, muerte de uno de los progenitores, dificultades económicas, inmigración, etc. Estos problemas pueden ser estresores adicionales, pero de ninguna manera justifican el maltrato, activo o pasivo, de los niños y niñas.
Los hijos testigos de la violencia desarrollada por otros miembros de la familia sufren el mismo daño y sintomatología que quienes son maltratados directamente. Ser testigo es una forma de victimización y una de las categorías posibles dentro del cuadro general de maltrato infantil.
Algunos indicadores de maltrato:
· Dificultades para jugar, para relacionarse, para concentrarse.
· Miedos y desconfianza, sobresaltos y recelos.
· Baja autoestima, no reacciona a los elogios, inhibiciones, busca exageradamente la aprobación y aceptación.
· Propensión a los accidentes o conductas torpes.
· Estado de alerta permanente, no hace contacto visual.
· Problemas en el lenguaje.
· Problemas de aprendizaje o excesiva preocupación por el rendimiento. Altibajos.
· Ignora o no atiende los límites.
· Controla, manipula o explota a los compañeros, o por el contrario, es extremadamente sumiso y recibe abuso de sus compañeros.
· Mentiras, robos y conductas antisociales.
· Somnolencia, nerviosismo, irritabilidad, cansancio.
· Ausencias reiteradas, llegadas tarde.
· Está mucho en la calle, deambulando o en casas ajenas.
· Descuido en la ropa, el aseo, sin atención médica, odontológica, sin vacunas, etc.
· Presenta lastimaduras, infecciones o síntomas sin atender que perduran o se complican.
· Moretones, heridas, mordeduras, quemaduras, fracturas, inflamaciones.
Estos indicadores, aislados o en conjunto, pueden vincularse con alguna forma de abuso que un niño o niña o adolescente, pueda estar sufriendo en su hogar. Deben hacernos pensar al menos en la posibilidad de maltrato. Obviamente, deben ser constatados antes de concluir en un diagnóstico de abuso familiar. (Material extraído del Instituto Eirene Argentina).
En lo personal, puedo decir que a lo largo de todos estos años de estar sirviendo a Dios en el área de sanidad interior para la mujer, he podido observar como ya señoras adultas todavía no pueden ser libres de la depresión, del enojo, de la falta de perdón, entre otros; debido a que en su niñez sus padres no le creyeron cuando les decían que un familiar las abusaba.
He tenido frente a mi a jovencitas, adolescentes, mujeres de edad avanzada, que no pueden dejar atrás el pasado, debido a un abuso que vivieron en su niñez.
El mayor número de abuso en menores se vive dentro del contexto familiar, padres, tíos, abuelos, hermanos, primos, la pareja de la madre, etc. han abusado de algún menor y la familia ha dado la espalda ante el sufrimiento de estos niños.
Hay familias que se decretaron ciegas, sordas y mudas, aún bajo el gran precio que tiene que pagar un menor que es abusado y que nadie le cree y lo saca de esa situación.
Estos días hablaba con una amiga que quiero mucho y ella me decía que quiere trabajar en el área de familia, para poder decirle a todos los padres que le crean a sus hijos cuando le cuentan lo que le están haciendo los mayores, esas personas en quienes creían que podían confiar.
Hay que enseñarles a los niños/as que nadie tiene el derecho de tocarle sus genitales, nadie tiene el derecho de pedirle que le toquen sus genitales u otras prácticas.
Tienen que aprender a decir !no!, el abusador siempre va a buscar a un menor sumiso, tímido, un menor que no se anime a gritar, fácil de manipulear, entonces con su manipuleo y amenazas va a llevar a la criatura a vivir un calvario.
Podés llamar al:
0800-666-8537
ó al 911
Podés consultar las siguientes páginas:
!Qué Dios te bendiga!
No hay comentarios:
Publicar un comentario