Esta mañana cuando estaba orando, extendí mi mano hacia mi almanaque y le pedí a Dios que bendijera cada día que resta para terminar este mes de mayo.
Estamos a las puertas de junio, ya llegamos a mitad de año, tal vez hay un montón de cosas que nos quedaron por hacer, por conquistar, o quizás hemos sentido que hicimos más de lo que nos propusimos.
Cada mañana comienzo mi día consagrándolo a Dios, no puedo comenzar mi jornada sin leer su Palabra, la Biblia y sin orar.
Te invito en este día, a que nos unamos en oración para que Dios en el nombre de Jesús derrame sus bendiciones sobre nosotros, sobre nuestro hogar, nuestra familia, trabajo, etc.
Oremos:
Padre Dios en el nombre de Jesús, pedimos la presencia hermosa y poderosa del Espíritu Santo sobre nuestras vidas y familias.
Amado y querido Dios, te consagramos a Tí esta última semana del mes de mayo, te pedimos que abras nuevas puertas de trabajo, que la sangre de Cristo cubra nuestras vidas y la de nuestros seres queridos, te rogamos que tu salvación divina toque el corazón de cada integrante de nuestra familia que aún no te conoce.
Amado y poderoso Dios, en el nombre de Jesús te rogamos que sanes toda dolencia, que restaures cada matrimonio, que bendigas a nuestros hijos, que uses nuestras vidas, que visites con tu unción nuestro hogar.
Nos consagramos a Tí hoy, renunciamos en Cristo Jesús a toda carga, todo temor, toda incredulidad, toda ansiedad y toda angustia que quiera venir en nuestras vidas, declaramos que somos más que vencedores en Cristo Jesús.
Señor en esta última semana del mes de mayo, te pedimos en el nombre de Jesús que nos hables, que nos visites, que reveles tu propósito para nuestra vida y familia.
Te amamos y te necesitamos.
Amén. (Así sea)
Mateo 28:20 .....y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo.
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
8:36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
8:36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
!Qué Dios te bendiga!
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